Rota es una ciudad con legado histórico que se remonta a la antigüedad. Aunque es difícil establecer su origen por los escasos restos arqueológicos encontrados, esta encantadora localidad costera ha experimentado una serie de eventos históricos significativos a lo largo de los siglos, dejando un legado cultural fascinante, fruto de su siutación y del paso de distintas culturas y civilizaciones. Y es que Astaroth para los Tartessos, Oraculum Menester o Speculum Rotae para los romanos o Rabeta Ruta para los árabes, Rota es definitivamente una ciudad que merece la pena visitar en cualquier época del año.
Precisamente uno de los momentos más destacados en la historia de Rota fue su ocupación por los romanos en el siglo II a.C. Durante este período, la ciudad prosperó como un importante puerto comercial, y se construyeron diversas estructuras. Los romanos también establecieron una red de caminos y una acrópolis en la colina de Luna, lo que demuestra su influencia duradera en la ciudad.
Una ciudad como regalo por la valentía de los caballeros
Sin embargo, uno de los acontecimientos más importantes en la historia de Rota ocurrió en 1294, cuando el rey Fernando IV de Castilla otorgó el señorío de Rota a Alonso Pérez de Guzmán, conocido como Guzmán el Bueno. Sancho IV, el Bravo, cedió la Villa de Rota a Alonso Pérrez de Guzmán, el bueno, en premio por su heroica hazaña en la defensa de Tarifa. Esta familia noble tuvo un papel crucial en la defensa de la ciudad durante el asedio de los moros en 1294, cuando Guzmán el Bueno mostró un heroísmo inigualable al resistir el ataque en el Castillo de Luna, convirtiéndose en un símbolo de la valentía y el honor en la ciudad.
Precisamente en el Castillo de Luna, se tiene constancia de que fue visitado por los Reyes Católicos y durante su visita allí se organizaron torneos de caballeros e incluso corridas de toros.
Como ciudad con un valioso legado histórico, se conoce que Rota tenía una Muralla Medieval (de la que recientemente se ha remodelado el Arco de la Villa) datada del siglo XVI.
En la actualidad, los vestigios históricos de Rota están muy presentes en la ciudad, y es posible descubrirlos paseando por sus encantadoras calles. El Castillo de Luna, la fortaleza medieval construida sobre los restos de una antigua acrópolis romana, es uno de los principales atractivos turísticos de Rota. Desde sus torres, se puede disfrutar de impresionantes vistas panorámicas del océano y de la ciudad.
El legado histórico hoy en día
Además, el casco antiguo de Rota conserva su trazado medieval y está lleno de edificios históricos, plazas pintorescas y hermosas iglesias. La Iglesia de Nuestra Señora de la O, construida en el siglo XVI, es un magnífico ejemplo del estilo gótico-mudéjar y alberga una valiosa colección de arte sacro. La Plaza de España, con su fuente central y sus terrazas al aire libre, es un lugar perfecto para disfrutar del ambiente local.
Pero Rota no es solo historia y arquitectura antigua, también es un destino playero popular en la Costa de la Luz. Sus playas de arena dorada y aguas cristalinas ofrecen un entorno perfecto para relajarse y disfrutar del sol. La playa de La Costilla, por ejemplo, es muy conocida por su belleza natural y sus servicios turísticos.
Rota es una ciudad llena de encanto y con una rica historia que se puede ver en sus numerosos vestigios. Desde la fundación fenicia hasta los momentos históricos clave como la defensa del Castillo de Luna por parte de Guzmán el Bueno, cada rincón de la ciudad cuenta una historia fascinante. Además, con sus hermosas playas y su ambiente relajado, Rota ofrece una combinación perfecta entre historia y ocio, convirtiéndola en una ciudad que sin duda merece la pena visitar.
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